Situado al sureste de la comarca, forma parte de la cuenca del río Oza que nace en los montes Aquilianos para desembocar en el río Sil. Este río en su descenso ha escavado vertiginosamente el terreno devolviéndonos un aspecto exuberante y salvaje.
Encarando el valle nos encontramos el pueblo de Peñalba de Santiago declarado Conjunto histórico Artístico Nacional y cuya iglesia es una joya mozárabe donde se albergaron importantes obras de orfebrería que hoy han desaparecido: La cruz Votiva y el cáliz y la patena del abad Pelagio que hoy se conservan en el Louvre.
A poca distancia del pueblo se encuentra la cueva de San Genadio, lugar donde éste eremita se retiraba algunas temporadas tras su renuncia al obispado de Astorga. Cuentan algunas leyendas que el origen del nombre del Valle del Silencio se le debe a él, narrando cómo un buen día San Genadio estaba tan sumido en su meditación que hasta el mismo murmullo del arroyo le perturbaba. Molesto, se levantó y golpeando en el suelo con su bastón dijo: “¡Cállate!”, y así el agua dejó de hacer ruido escondiéndose bajo las rocas.
